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El proyecto consiste en el diseño interior y amueblamiento de esta vivienda, construida por Meier. Este piso ha partido de la calidez de la madera de roble y nogal y los tonos blancos y grises y negros.
La iluminación, cuidadosamente escogida, crea un ambiente cálido con piezas de diseño como son las Ginger de Marset, o diferentes de Vibia. Siempre pensando en el confort, en las obras de arte y en la materialidad.
El mobiliario parte de la base de la comodidad. La casa está concebida para el día a día, por lo que cada una de las piezas son elegidas para una mayor funcionalidad. La mesa de comedor de Vive, con su marcada geometría, proporciona a la estancia un look geométrico y robusto que se rompe con los tonos de madera escogidos por la propiedad en la construcción y con los sillones redondeados de Viccarbe, donde pasar largas veladas.
La zona de sofá tiene como protagonista el sofá Square de Sofactual. Una gran chaiselongue donde desconectar del ajetreo de la calle.
El papel pintado y los textiles empleados otorgan la calidez y carácter que, junto con la pinacoteca de la propiedad, hacen de esta vivienda un auténtico lujo contemporáneo.